En CINCO-grafías hace gala del imaginario que ha construido y del enorme potencial creativo que posee al presentarnos, fielmente a su estilo, imágenes extraídas de la cultura con claras referencias a la religión, a la industria del entretenimiento, a las corporaciones o al poder. Por medio de éstas hace una crítica mordaz, valiéndose de las características del soporte donde el contraste es su principal herramienta, tanto en el área técnica como discursiva. Oroz transgrede la frontera del arte tradicional, al realizar un ejercicio en el que “desacraliza” estos iconos y los transporta a un terreno mundano, perfectamente comprensible.

Las doce imágenes resultan sutilmente contundentes. El trabajo de Enrique Oroz nos muestra de manera “satírica” (mas no por ello menos brutal), una serie compleja, llena de matices y entramados que derivan en un resultado profundo que no permite la indiferencia, manteniendo siempre la perspectiva aguda y beligerante digna de la tradición gráfica en el México del siglo pasado.